Editorial del Ministro
Este año, las Jornadas Europeas del Patrimonio, uno de los eventos culturales más populares de Francia, se centran en el «patrimonio sostenible». El patrimonio parece ser sostenible por naturaleza, ya que ha llegado hasta nosotros, resistente, mantenido, restaurado y conservado. Sin embargo, si la obligación de su conservación, de su protección contra las afrentas del hombre, los asaltos del tiempo, los golpes de los elementos, apareció ya en la época de Víctor Hugo, el reto contemporáneo de la sostenibilidad se ha acelerado con el cambio climático. A partir de ahora, conciliar la conservación de nuestro patrimonio con la construcción de un entorno sostenible es un objetivo primordial, al que esta 39ª edición de las Jornadas Europeas del Patrimonio dará una respuesta concreta, porque no sólo son compatibles la valorización de nuestro pasado y la preparación de un futuro responsable, sino que están íntimamente ligados: el patrimonio tiene un papel que desempeñar en un futuro más sobrio y ecológico. Al reexaminar las prácticas, las lecciones aprendidas de las tradiciones y la continuidad de los conocimientos técnicos, los agentes del patrimonio (monumentos históricos públicos y privados, sitios arqueológicos, museos, archivos, poseedores de prácticas reconocidas como patrimonio cultural inmaterial, etc.) ya están actuando hoy para reforzar la transmisión del patrimonio. Por ejemplo, favorecen las restauraciones que utilizan la reutilización y los materiales naturales (piedra, madera, tierra, etc.), lo más cerca posible de las exigencias medioambientales. Todas ellas son técnicas del pasado, como el uso de recursos locales con cualidades reconocidas, la tierra cruda o la piedra seca, que inspiran nuevos métodos de construcción más sostenibles para crear el hábitat del mañana. Como primeros eslabones de la concienciación de la cultura, el patrimonio, ya sea modesto o grandioso, es rico en lecciones para construir un futuro sostenible.Quiero dar las gracias a los propietarios públicos y privados de monumentos históricos en Francia y en los territorios de ultramar, a las asociaciones de protección y promoción del patrimonio, a los restauradores y conservadores de bienes patrimoniales, a los guías y arquitectos que se movilizan para acoger al público y darle a conocer las miles de iniciativas de patrimonio sostenible.Rima Abdul Malak