Nuestro destino se beneficia de un entorno natural excepcional. Desde 1979, la región participa en la protección y promoción de los espacios naturales con la clasificación del Monte Saint-Michel y su bahía como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Este compromiso se refleja en varias clasificaciones y etiquetas que pretenden preservar los espacios naturales garantizando al mismo tiempo la apertura a los habitantes y visitantes.